lunes, 16 de junio de 2008

GOBERNANTES DE MALACATETICPAC

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= TLACATECUHTLI =

1350 – 1404... Tonalatlacatl
1404 - 1416... Omexayac
1416 - 1428... Macuillitonatiuh
1428 - 1440... Atlahutenco
1440 - 1469... Tlaltecacahuapan
1469 - 1481... Xoquipa
1481 - 1502... Texcala
1502 - 1520... Atlacomulco
1520 - 1529... Ontexacac
1529 - 1539... Xoxopatztli
1539 - 1559... Omexayacatzin
1559 - 1579... Atenanco
1579 - 1591... Marcos de Tapia (y otros)
1591 - 1594... Gregorio Hernández (y otros)
1594 - 1612... Baltazar Bautista
1612 - 1630... Luis Moya (y otros)
1630 - 1655...
Oficiales y Alcaldes de Repúblicas (Vol. 18 Exp. 140 F.416 R-Indios)
1655 - 1683 ... Diego María
1683 - 1703... Romualdo Lorenzo
1703 - 1727... Juan Vicente
1727 - 1752... José de la Cruz
1752 - 1782... Antonio de la Trinidad
1782 - 1808... Rafael Pascual Romero
1808 - 1826 ... Miguel Leonardo

(*) Manuscrito en piel de venado, con las delimitaciones desde el Tolmiac hasta el Ayaquemetl, todo en la lengua Mexica y en el ángulo inferior izquierdo aparece el Códice Teteuhtzin.

Mi agradecimiento a las faminlias del Barrio de la Concepción, por el préstamo de los manuscritos en lengua nahuatl.

Códice de la Virgen de Xaxahuenco

Historia del manuscrito en nahuatl, de Xaxahuenco, por el Lic Antonio Panoya – 1764

Manuscrito en nahuatl, sobre inventario de la Mayordomía del Santo Entierro.



El Acta Constitutiva de la Federación, del 31 de enero de 1824, y la Constitución Federal del 4 de octubre siguiente, fijaron las bases para la organización política y administrativa de los Estados Unidos Mexicanos.

El 16 de febrero de 1854, el presidente Santa Ana decretó la comprensión del Distrito de México, hasta el partido de las Milpas Altas de Xochimilco (hoy Milpa Alta).

El 16 de mayo de 1861. El Distrito Federal se dividió en Municipalidades y Prefecturas.


= PREFECTOS POLITICOS =


1861 - 1865... Juan José Baz
1865 - 1871... Eduardo Cataneda -
Mayordomo de la Virgen de la Asunción-manuscrito nahuatl
1871 - 1893... Sebastián Camacho
1893 - 1903... Angel Zimbrón
1903 - 1909... Canuto Jiménez
1909 - 1914... Nicolás Niprandi (Capitan 2º del Ejército Zapatista)
1914 - 1915... Pedro Justo Medina
1915 - 1916... Herlindo César
1916 - 1916... Emilio Cabello
1916 - 1918... Encargado de la Prefectura – Nicolás Liprandi


= PRESIDENTES MUNICIPALES =


1918 - 1919... Leobardo Fernández
1919 - 1920... Juan H. Amaya
1920 - 1921... Conrado Medina
1921 - 1922... Manuel Medina
1922 - 1923... Ladislao Basurto
1923 - 1924... Mateo Díaz
1924 - 1925... Ramón Reyes
1925 - 1926... Mauro Galván
1926 - 1927... Encarnación Martínez
1927 - 1932... David Sánchez – Primer Delegado





= DELEGADOS =


1932 - 1938... Francisco del Olmo
1938 - 1941... Moisés Alvarado González
1941 - 1942... Emigdio Torres
1942 - 1947... Pablo Guzmán Jiménez
1947 - 1951... Aurora Fernández
1951 - 1955... Jesús Acevedo – (Vitante)
1955 - 1963... Carlos Gómez Sánchez
1963 - 1970... Moisés Cornejo Lugo
1970 - 1976... Agapito Domínguez
1976 - 1977... Rodolfo Ruíz
1977 - 1978... José Flores Vizcarra
1978 - 1982... Humberto Navarro
1982 - 1984... Carolina Hernández Pinzón
1984 - 1985... José Aguilar Alcerreca
1985 - 1988... Manlio Fabio Murillo
1988 - 1992... Manuel Fuentes Boue
1992 - 1993... Eliseo Orozco Aguirre
1993 - 1994... Manuel Fuentes Boue
1994 - 1996... José Merino Castrejón
1996 - 1997... Sergio Suárez Llamas
1997 - 0000...Francisco Chavira Olivos




Mi agradecimiento a las tres familias de San Agustín, y las cinco familias del Barrio de la Concepción, por el préstamo de los manuscritos en lengua nahuatl. No quiero ser indiscreto, pero sí es necesario mencionar a la familia que hizo favor de prestarme el Mapa en Piel de Venado.

Soy consciente y por eso hago agradecimiento público, aún sabiendo que la condición del préstamo era de no mencionar. No lo hago con el afán de molestar, sino que es de justicia mencionarlos.
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Junio 1998
Artemio Solís Guzmán

martes, 3 de junio de 2008

LA HISTORIA DESCONOCIDA DE MALACATETICPAC


Malacateticpac
(Milpa Alta)

La historia de nuestros pueblos es la que se inició con la llegada de Hernán Cortés a las costas de Chalchiuhcueyecan (Lugar de la Falda Verde); nombre que se olvidó para llamarla Villa Rica de la Vera Cruz. La historia anterior es llamada simplemente prehispánica.

En las escuelas nos enseñan la historia de Europa como La Historia; lo nuestro, lo surgido de nuestro territorio, es ignorado por los educadores.

El caso que vivimos en la comunidad de Milpa Alta, nos influye continuamente. Ésta es nuestra doliente realidad comunitaria. Para estar en posibilidad de cambiarla, primeramente tenemos que tener consciencia de nuestro Aquí (Nican), y de nuestro propio Ahora (Axcan); tomar consciencia del “Malacateticpac Imaginario”, como le llama Guillermo Bonfil Batalla en su libro México Profundo. Tenemos que descubrir cómo fue que llegamos al caos presente, para salir.

Es por esto que es oportuno tener presente que el Axcan (ahora) de quien se ubica en Malacateticpac, es el año 5720 de nuestra cuenta propia: el final del Quinto Sol. Esto indica que estamos viviendo en el umbral del Sexto Sol (Tetlanextiliztli). En efecto, el 12 de marzo del año 2000 europeo, a la puesta del sol, se inició el año Ce Tecpatl (uno pedernal), con lo que inició nuestro Sexto Sol.

Lo anterior tiene muchas implicaciones. El año 2000, matlactli huan yei acatl (trece carrizo), es el que aparece escrito en la parte alta de la estela circular conocida como Calendario Azteca, o Piedra de los Cinco Soles, cuyo verdadero nombre muchos desconocemos, y es: Tlaxilacalli. Asimismo corresponde al año 4784 de nuestra cuenta de Malacateticpac, o bien a año 1063 del calendario europeo – último año en que vivieron los de Malacateticpac en Malacaxtepetle Momoxtle (promontorio rodeado de cerros).

A lo largo de ese año Ce Tecpatl (Uno Pedernal), se dedicaron a desaparecer geográficamente la ciudad en que habían habitado. A esto último se debe, que no podamos visitar ninguna zona arqueológica llamada Malacaxtepetl Momoxtle. En cambio, podemos visitar
Cuanaca, Atlauhtli, Ocotzotepetl, Santa María Xolco, Texixipatzco, Ahuatlicpa, Tlalcoyocan, San Agustín Xolco, Tepehualli, Ocopitzilatli, Teuhtzin, Maxolco, Tepetlnahuac, Tlacotl, Tlacotlitenco, Teco Omitl, Cuaihlama y Xicomulcotli.

Los del Malacaxtepetle Momoxtle rescataron lo único importante: sus difuntos - y los depositaron en el Teco Omitl (piedra que resguarda los huesos), haciendo desaparecer todo lo demás.

Al año siguiente, Ce Tecpatl (Uno Pedernal), emprendieron un viaje de investigación de 260 años. Durante todo este tiempo, se asentaron en todos los lugares donde se sabía que existía sabiduría – como el Tzilcuayo, Ocotecatl, Chichinauhtzin, Tlaloc, Cuauhtzin, Teuhtzin, Ocotzotepetl. Fue un viaje de diálogo y armonía. A cada lugar llegaban en plan de aprendizaje.

Después de 260 años de tal proceso de identidad, al llegar nuevamente el año Ce Tecpatl (Uno Pedernal) en 5045 de nuestra cuenta tolteca, (1325 año europeo), deciden fundar Malacateticpac (en el Círculo de Cerros). Al año siguiente, Ome Calli (Dos Casa), fundaron Tecomitl, Miacatlan, Tecoxpa, Tepetlnahuac, Tlacotenco, Tlacoyucan, Oxtotepetl, y Atocpan, que muy pronto empezaron a florecer. A la llegada de los europeos, las comunidades de Malacateticpac, surtían productos forestales y agrícolas, a la Gran Tenochtitlan.

Esta parte de nuestra historia propia, desconocida por los libros oficiales, tiene que hacernos reflexionar a quienes habitamos actualmente en la comunidad de Milpa Alta.

Si cumplimos nuestra tarea, al inicio del año Uno Pedernal, habremos logrado liberarnos para ser Malacateticpac. En esta empresa no estamos solos; en cada uno de quienes nos proclamamos de Malacateticpac, vibran las palabras de nuestro abuelo Cuauhtemotzin Ontexayacatl (dos mitos, una respuesta hacia nuestro verdadero rostro). Cada uno de nosotros sabe muy bien que se acerca ya nuestro Sexto Sol (Tetlanextiliztli), para que nuestra amada Madre Tierra (Tlalnantzin Coatlicue) cumpla grandiosamente su misión.

Sabemos que nuestro abuelo pidió a los antiguos de Malacateticpac que guardaran en sus corazones todo lo que su corazón amaba; lo que para ellos era como una gran esmeralda, como el verde de nuestros bosques – para que dependiéramos de lo nuestro. En el corazón de cada uno de nosotros se esconde ese tesoro, el que en vano buscó Hernán Cortés. Es momento ya de dejarlo salir: lo único que requerimos es dialogar con nuestro propio corazón.

Para que empiece a fluir de nuestros corazones nuestra herencia de Malacateticpac, es necesario recordar cómo fue que se ocultó nuestro Sol; cómo fue que se insertaron en nuestra propia historia, los invasores europeos. Se requiere que tomemos consciencia, Axcan-Nican (Aquí y Ahora), de lo ocurrido, para saber en qué recodo de la historia perdimos nuestra brújula Malacateticpac –saber por qué vivimos norteados: desorientados.

El momento en que se gestó la invasión española de nuestro territorio, fue cuando Cristóbal Colón, regresó a España después de haber estado en la Isla Guanahani. En ese momento, los reyes de España pidieron a Alejandro VI, papa nacido en Jativa, España, que les regalara las tierras “descubiertas” por Cristóbal Colón. Aquí empieza la tortuosa historia que heredamos de los españoles.

En el año europeo de 1949, el Instituto de Historia de la UNAM, publicó la tesis doctoral de Luis Wechmanni, presentada el año anterior en la Universidad de California, en el campus de Berkeley. Dicha tesis tiene un título por demás sugerente:
“Las Bulas Alejandrinas de 1493, y la Teoría Política del Papado Medieval – Estudio de la Supremacía Papal sobre las Islas, 1091-1493”.

Durante 400 años, los ocupantes del llamado Trono de San Pedro, habían utilizado un documento falso, para imponer su supremacía a todos los habitantes de Europa. Aunque en todo ese tiempo, la tradición del clero afirmaba que el Privilegium Constatini (Donación Constantino), era verdadera y real, la realidad es que se trato todo el tiempo de un documento falso.

La ignorancia no es escusa para cometer un delito. Durante 400 años, los papas estuvieron delinquiendo, regulando tierras a su antojo, sin más legalidad que “el poder de su firma”.

Así fue cómo de un plumazo”, Alejandro VI regaló a los reyes de España, las Islas del Mar Caribe. Más pronto que tarde, lo mismo ocurrió con nuestro continente. Cuando Hernán Cortés desembarcó en Chalchiuhcueyecan (Lugar de las Faldas de Jade), en el año 5240 de nuestra cuenta, año 1519 europeo, se amparó en la misma ilegalidad.

De aquí se infiere que existía doble ilegalidad en la invasión de Malacateticpac; el 29 de julio de 1529, un papa regaló ilegalmente unas islas a los reyes de España, por tener vicio legal de origen; no fue otra cosa que una invasión, utilizando documentos firmados por el papa Alejandro VI.

Los únicos que tendremos posibilidades de dejar un futuro digno a nuestros hijos, en un pueblo con armonía, somos los que asumamos una actitud de verdadero amor hacia nuestro pueblo, al pueblo que fundaron nuestros abuelos, denominándolo Malacateticpac; y quienes nos apropiemos del mensaje de nuestro abuelo Cuauhtemotzin. Tomando como punza de lanza éste mensaje, podremos emanciparnos, podremos lograr nuestra libertad.

La tarea es delicada - debemos actuar con sigilo y cautela; no se trata de utilizar medios violentos: esta no es la manera de un auténtico habitante de Malacateticpac; no es la manera de un auténtico nahua-hablante.

Como todas las lenguas maternas, la lengua nahuatl es armonizante; impulsa a quien la utiliza a ser nahuatlacatl: persona armonizante. Nuestra lucha tiene que ser sabia y armonizante.

Los primeros nahua-hablantes fueron quienes crearon el maíz – en el Primer Sol. Nuestros primeros ancestros toltecas, aunque entonces aún no hubieran asumido ese nombre como identidad, cruzaron dos especies de gramínea: el acicintli y la setaria, para generar un nuevo cereal. Aquí se lleva ventaja con otros pueblos de la antigüedad, que ya habían encontrado
el trigo, el mijo, el arroz, la avena .

El maíz es una planta dependiente del hombre – el totomachtli (“hoja que envuelve la mazorca”), impide que los granos germinen al caer a la tierra, como ocurre generalmente con las gramíneas. Esta debilidad propia, hace que el maíz sea dependiente de los humanos para persistir. Nuestros primeros abuelos toltecas, asumieron esta responsabilidad: por eso es que existe el maíz Aquí y Ahora (Axcan Nican).

En el Segundo Sol de Anahuac, es cuando los toltecas asumen conscientes esta identidad. En efecto al acostumbrarse a vivir junto al agua, para cultivar el maíz, descubrieron que también existía una planta propia de los lugares con agua en reposo: el Tollin (“Tule”). De aquí se deriva Tollan (ciudad, poblado). Los habitantes se autodenominaron “Toltecatl”
(“Habitante de los Tules”).

En el Tercer Sol de Anahuac, aparecen los fundadores reconocidos de nuestra civilización propia: los Huehue Malacaxtepetl Momoxtle (Antiguos Toltecas). En el presente, este sabio pueblo es conocido como los Olmecas. Ellos fueron quienes concibieron la forma de contar el tiempo, mismo que compartieron con otros pueblos anahuacas (como la rueda del tiempo que está en el Tzilcuayo, cerca de Nepanapa -
los Zapotecas, los Mayas, los Totonacas, los Mixtecas, los Purépechas.

Es así que en nuestro Cuarto Sol florecieron aquellos pueblos que fueron discípulos distinguidos de los antiguos Toltecas: los Teotihuacanos, los Mayas, los Zapotecas, los Totonacas, los Mixtecas. Este fue el momento de mayor esplendor de la antigua Malacaxtepetle Momoxtle. Vigorosamente surgieron pueblos llenos de realizaciones personales y colectivas.

El Quinto Sol tuvo un mal principio en Tula, con el nacimiento de Ce Acatl Topiltzin Quetzalcoatl, quien tuvo un final poco afortunado. No obstante este mal principio, surgió otro pueblo, que retomó la herencia tolteca para hacerla florecer. En efecto, los Tenochcas fueron quienes fundaron la nueva Malacateticpac, y que brillaron en nuestra Quinta Era. La invasión española, coincidió con el fin de nuestro Quinto Sol.

Si los actuales habitantes de Malacateticpac hemos de tener un futuro, es requisito imprescindible, que nos enorgullezca ser de Malacateticpac: es decir, tenemos que convertirnos en Nahuatlaca (gente armonizante), para lo cual necesitamos hacer de nuestra lengua materna, el nahuatl (habla armonizante). Esta es la única forma de que fluya de nuestros corazones nuestra civilización milenaria.

Muchos de los de Malacateticpac del presente, por no decir la totalidad, seguramente que se opondrán a esta opción. No importa. Los de Malacateticpac, no estamos actuando para quedar bien con nadie; lo que nos une es el deseo de conocer nuestra herencia propia, como los son - los cerros, ojos de agua y cañadas, nuestras cuentas calendáricas: la del Tlaloc, Tlaloztotenco, Ocotecatl, y la parte norte de la Parroquia de la Asunción, y todos nuestros usos y costumbres – para acercarnos cada día más a un vivir acorde con el legado de los antiguos. Para vivir Aquí y Ahora (Axcan Nican), en creciente armonía.

- TZITZIMEQUE -

¿Campa ilhuicayotl to tlacayo?
Ahque in Tonatiuh otech maquilli ze tlanezi?
¿In Axcan to Tzitzime huan cuatepotztli campa otli hueca?
In tica nican axcan amo huiptla?
Tlanel in chalchihuitl nemi
¿Ze atzin ni mitz tlacolia ipan cahuitl omo me te quetza?
Huan malacachoa tlapalli yei atecocolli
Ilacatzo chalchihuitl
Zan eki atlan chalchihuitl.
Patlanistica huelli tlahuilli
Xopanteo: inech cahualiztli
Quetzacoatl , quiahui cualnezi –
Zan tonco itlehua in quiptoa tlalticpac
Zan ihui xochi otli campa tonyazque
¿Campa tiasque?
Tochan Ilhuicayotl?

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¿Desde cuál nebulosidad nacimos?
Cuál fue el Sol que nos dio su calor la primera mañana?
El ahora del extraterrestre y el ente del fuego, ¿está en el distante?
¿Está aquí y ahora y no ayer?
Una aurora incandescente de jade viviente,
Una lágrima de perla que al obsequiarla al tiempo ¿se detuvo?
Y envuelto en carmesí,
tres caracoles exhalando los suspiros de un Mar de Esmeraldas.
Remóntate Quetzal de Oro en tu vuelo eterno,
Una jornada hacia la sabiduría
Una búsqueda de luz,
Un sembrar de semillas, un sobresalir.
Concibe de nuevo tu floración
Déjanos recibir la dádiva de la Serpiente Emplumada,
¡La lluvia preciosa!
Eso es lo que decimos aquí en la tierra:
Muéstranos el camino por dónde partir
¿A dónde nos vamos?
¿Nuestra casa es el cosmos?
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Con agradecimiento y afecto a Don Marcial Gutiérrez Atenanco,
y al profesor Artemio Solís Guzmán (Tonalli)
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